Más allá del tipo de dieta, baja en calorías, alta en proteínas, baja en azúcares o baja en grasas, es sobre todo el hecho de cambiar los hábitos alimentarios lo que condicionará la pérdida de peso.
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Las variaciones hormonales en el ciclo menstrual repercuten en el rendimiento físico.
Las grasas constituyen la reserva energética más importante del organismo y además son imprescindibles para la absorción de determinados nutrientes, para la síntesis de hormonas o como parte estructural de células y neuronas.
El organismo es capaz de detoxificarse por sí mismo, es decir, eliminar los desechos que podrían acumularse y alterar su funcionamiento. Sin embargo, a veces puede ser interesante apoyarle en este proceso utilizando extractos de plantas o complementos alimenticios, por ejemplo, y siempre acompañado de algunas recomendaciones de vida saludable.
Hay muchos consejos y ejercicios para mejorar tu concentración diaria y potenciar tu memoria. Además, la alimentación también puede ayudar con determinados micronutrientes que tienen importantes beneficios sobre el cerebro, la concentración y la memoria.
Durante el invierno, tendemos a enfermarnos con mayor frecuencia. Aunque en la mayoría de los casos se resuelven espontáneamente en unos días, pueden dejarnos agotados, interrumpir nuestras actividades diarias e incluso mantenernos en reposo por un tiempo. Pero ¿cómo podemos explicar esta mayor vulnerabilidad a los virus durante los períodos fríos? ¿Es realmente posible no resfriarse? Existen varios factores que contribuyen a enfermarnos en invierno:
El zinc es un oligoelemento esencial para el desempeño de muchas funciones fisiológicas. En particular, participa en la activación de cerca de 300 enzimas, que son una especie de catalizadores necesarios para las reacciones dentro de cada una de nuestras células. Por tanto, ante una falta de zinc las manifestaciones pueden ser muy variadas.
El estrés no siempre es negativo. Al contrario, nos alerta, nos anima a reaccionar y tomar las decisiones necesarias para gestionar mejor las situaciones a las que nos enfrentamos a diario. Pero cuando se presenta un exceso de estrés esto claramente es negativo, porque altera nuestro equilibrio psicológico, nos paraliza y nos impide adaptarnos. El estrés se describe clásicamente en tres fases.
El cabello está compuesto en un 95% por queratina, la proteína más abundante de la fibra capilar. Es gracias a ello que el cabello queda fuerte, flexible e impermeable. La queratina está formada por 18 aminoácidos, entre ellos la cisteína y la metionina, ambos aminoácidos azufrados.
Todas nuestras actividades generan toxinas que nuestro cuerpo debe eliminar paulatinamente. De lo contrario, se acumulan, lo que nos cansa y nos debilita. Detox tiene como objetivo ayudar los órganos emuntorios a eliminar las toxinas.