Durante el invierno, tendemos a enfermarnos con mayor frecuencia. Aunque en la mayoría de los casos se resuelven espontáneamente en unos días, pueden dejarnos agotados, interrumpir nuestras actividades diarias e incluso mantenernos en reposo por un tiempo. Pero ¿cómo podemos explicar esta mayor vulnerabilidad a los virus durante los períodos fríos? ¿Es realmente posible no resfriarse? Existen varios factores que contribuyen a enfermarnos en invierno:
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El zinc es un oligoelemento esencial para el desempeño de muchas funciones fisiológicas. En particular, participa en la activación de cerca de 300 enzimas, que son una especie de catalizadores necesarios para las reacciones dentro de cada una de nuestras células. Por tanto, ante una falta de zinc las manifestaciones pueden ser muy variadas.
El estrés no siempre es negativo. Al contrario, nos alerta, nos anima a reaccionar y tomar las decisiones necesarias para gestionar mejor las situaciones a las que nos enfrentamos a diario. Pero cuando se presenta un exceso de estrés esto claramente es negativo, porque altera nuestro equilibrio psicológico, nos paraliza y nos impide adaptarnos. El estrés se describe clásicamente en tres fases.
El cabello está compuesto en un 95% por queratina, la proteína más abundante de la fibra capilar. Es gracias a ello que el cabello queda fuerte, flexible e impermeable. La queratina está formada por 18 aminoácidos, entre ellos la cisteína y la metionina, ambos aminoácidos azufrados.
El crecimiento del cabello puede estar relacionado con varios factores como por ejemplo la edad, nuestra alimentación, pero también por nuestras hormonas y, en particular, por la testosterona, que es predominantemente masculina pero también presente en las mujeres. Sin embargo, los cambios estacionales pueden provocar una variación en muchos factores, incluidos los hormonales, que pueden explicar la caída estacional del cabello.
Esta cantidad y velocidad de crecimiento disminuye con el envejecimiento, pero no sólo eso, también influyen otros factores como la genética, el estrés y las variaciones hormonales.
La L-Cisteína es un aminoácido que contiene azufre. Es un componente clave de proteínas como la queratina, que forma el cabello y las uñas. La L-Cisteína por sí sola representa más del 15% de la queratina.
Todas nuestras actividades generan toxinas que nuestro cuerpo debe eliminar paulatinamente. De lo contrario, se acumulan, lo que nos cansa y nos debilita. Detox tiene como objetivo ayudar los órganos emuntorios a eliminar las toxinas.
Para tener un cabello bonito durante todo el verano es fundamental cuidarlo y protegerlo del sol, el calor y muchos otros factores que pueden dañarlo. Unos sencillos pasos pueden protegerlo para mantener tu cabello vibrante, fuerte y saludable.
La micronutrición es una disciplina que estudia las necesidades de micronutrientes del organismo. Estos se obtienen a través de la alimentación, pero en casos de dietas desequilibradas, en las que esto no sea suficiente se pueden también obtener a través de complementos alimenticios. Los fundamentos de la micronutrición se basan en la investigación que resalta el vínculo entre dieta equilibrada y salud.