¿Por qué las grasas son difíciles de digerir?

Las grasas constituyen la reserva energética más importante del organismo y además son imprescindibles para la absorción de determinados nutrientes, para la síntesis de hormonas o como parte estructural de células y neuronas. 

En el contexto de una dieta variada y equilibrada se recomienda que las grasas aporten entre un 20 y un 30% de las necesidades energéticas diarias. Consumir puntualmente un exceso de grasas es uno de los placeres gustativos que es normal permitirse sin sentir culpa, sin embargo, es importante mantener un equilibrio, ya que la ingestión de cantidades elevadas de grasa puede ser indigesta.    

Durante la digestión, los nutrientes se descomponen en sus elementos básicos. Las grasas o lípidos se convierten en ácidos grasos, para proporcionar energía, reformar los lípidos que nuestras células necesitan o almacenarse para su uso posterior.
Después de los carbohidratos y las proteínas, las grasas son los nutrientes más lentos de digerir. Existen razones por las que esto ocurre:

1. Las grasas son moléculas especialmente complejas (compuestas por numerosos ácidos grasos unidos entre sí por enlaces que deben romperse durante la digestión).

2. Su digestión es un proceso complejo, que involucra varios órganos (páncreas, hígado, vesícula biliar, estómago, intestino delgado) y que requiere la intervención de:
• Los ácidos gástricos provenientes del estómago, para iniciar la digestión de grasas.
• Bilis, producida por el hígado, almacenada en la vesícula biliar y liberada en el intestino delgado en cuanto las grasas entran en el estómago (la bilis emulsiona las grasas, es decir, las transforma en gotitas para hacerlas más solubles en agua).
• Enzimas digestivas (lipasas) producidas por el páncreas, que descomponen las grasas de la dieta en ácidos grasos y glicerol, para su absorción en el intestino delgado. Luego ingresan a la circulación sanguínea para ser transportados a las células que los utilizarán.

Muchos factores como el estrés, las afecciones digestivas, la composición de la comida o simplemente los alimentos excesivamente grasos, pueden dificultar la acción de estos sistemas y ralentizar la descomposición de las grasas, provocando molestias digestivas.

¿Cuáles son los riesgos de comer demasiada grasa con regularidad?

Además de las molestias digestivas, los excedentes, después de cubrir las necesidades del organismo, se almacenan en parte en el hígado. A largo plazo, este exceso de grasa puede alterar el funcionamiento del hígado.

Buenas noticias: el hígado es capaz de regenerar sus propias células, con la única condición de que todavía le queden al menos un 25% de células sanas.

¿Sabías que?

Una dieta demasiado azucarada también puede alterar el funcionamiento del hígado, porque el hígado transforma el exceso de azúcar en lípidos.

El alcohol tampoco es amigo del hígado. Además de aportar una dosis adicional de azúcar (según el tipo de bebida), el alcohol es considerado por el hígado como una sustancia tóxica que tendrá que transformar para eliminarlo.

¿Un programa détox puede contribuir a la digestión de las grasas?

Una de las funciones del hígado es neutralizar las toxinas (producidas por el organismo) y las sustancias tóxicas (provenientes del exterior, como los contaminantes) con vistas a su eliminación por heces u orina. Estas moléculas al ser liposolubles (solubles en grasas y no en agua), no pueden ser transportadas como tales por la sangre. Como resultado, cuando la capacidad del hígado está saturada, tienden a almacenarse en el tejido adiposo. El objetivo de la detoxificación es, por tanto, ayudar al hígado a solubilizar estas sustancias tóxicas para eliminarlas mejor.

De ahí el interés por un programa détox antes y/o después de un periodo de comidas más pesadas, como las comidas navideñas, para aliviar el trabajo del hígado. Como se ha mencionado anteriormente, la detoxificación es un proceso que realiza naturalmente el hígado, pero en estas situaciones de excesos puede tener más dificultades para realizarlo. en estos casos puede ser beneficioso apoyarlo realizando un programa détox junto con un estilo de vida saludable.

Digestión difícil ¿qué hacer?

1. Mantén un buen equilibrio de la microbiota intestinal.
2. Ayuda a las funciones normales del hígado con un programa de desintoxicación.
3. Come sano y equilibrado y evita el exceso de grasas, azúcar y alcohol.
4. Prioriza la calidad sobre la cantidad
5. Disfruta de las comidas asegurándote, pero de que sean saludables.
6. Practica actividad física con regularidad.