Los efectos de los rayos solares en la piel son extremadamente complejos. Los más conocidos son la pigmentación y la oxidación cutánea.
Los rayos UVB, en particular, aumentan la pigmentación de la piel.
Los rayos UV, en particular los UVB, estimulan la producción de melanina por parte de los melanocitos, células especializadas ubicadas en la capa más profunda de la epidermis. La melanina colorea la piel, otorgándole un tono más oscuro: esto se denomina bronceado. Esta pigmentación es un mecanismo de defensa de la piel contra el sol: al absorber los rayos UV, la melanina desempeña una función protectora, como un escudo natural para la piel.

Oxidación
Los rayos UV, en particular los UVA, que penetran más profundamente en la piel, desencadenan reacciones de oxidación que conducen a la formación de radicales libres. Estos son moléculas inestables que, en exceso, pueden dañar los componentes celulares, como los lípidos, proteínas como el colágeno y el ADN. El cuerpo cuenta con moléculas antioxidantes para neutralizar los radicales libres, pero a veces estas pueden ser insuficientes.
Este fenómeno de oxidación, también llamado estrés oxidativo, contribuye al envejecimiento prematuro de la piel y puede aumentar el riesgo de mutaciones genéticas.
¿Puedo combinar mi protector solar tópico con nutricosméticos?
Claro que sí, sus acciones son complementarias y sinérgicas.
- Los protectores solares actúan desde el exterior, depositando ingredientes activos específicos en la superficie de la piel. Protegen y nutren las capas superficiales de la piel.
- La nutricosmética aporta principios activos presentes de forma natural en los alimentos que actuarán desde el interior y ejercerán sus beneficios en las capas más profundas de la piel.
Es muy importante tener en cuenta que los nutricosméticos no sustituyen a los protectores solares (anti-UV). Deben siempre de usarse juntos para obtener una buena rutina de protección In & Out .
